domingo, 18 de noviembre de 2007

Tránsito por la izquierda en la Argentina y resto del mundo

Hay dos sitios de la República Argentina donde aún hoy se conduce por la izquierda


La historia del sentido de circulación en nuestro país no deja de ser curiosa.
Para poner orden en el caótico tráfico callejero de la ciudad de Buenos Aires, por Ordenanza Municipal del 4 de abril de 1872 se dispuso que “los carruajes deberán siempre marchar por la derecha de la calle”.
Pero por entonces ya habían avanzado los ferrocarriles, que circulaban todos por la vía izquierda, excepto el de Casa Amarilla al Puerto de Ensenada construido por el ingeniero William Wheelwright, oriundo de EE. UU., país donde desde la Independencia se avanzaba por la derecha.
En vista de ello, o sea por la predominancia de la costumbre inglesa, el intendente Francisco Seeber reguló el 17 de mayo de 1889 que el tránsito debía desarrollarse por la mano izquierda, disposición confirmada por otra del 16 de julio de 1897.
Pero entretanto se afianzó en Latinoamérica la circulación por la derecha dada la fuerza y la influencia que en este sentido ejercían los Estados Unidos. Por ello también en la Argentina comenzó un movimiento para el cambio hacia la derecha. Se envió al ingeniero Nicanor Alurralde a EE. UU. para estudiar las condiciones y la señalización, en tanto el Automóvil Club Argentino inició una campaña preparatoria que culminó en la propuesta de un cambio para el 5 de octubre de 1944 (Día del Camino). Empero la medida se efectivizó recién el domingo 10 de junio de 1945, a las 6 a.m. también en coincidencia de una fecha en cierto modo histórica (fundación de la actual Buenos Aires, el 11 de junio de 1580, por Garay).
Debe señalarse que la motivación para que las autoridades acelerasen el trámite fue la inminente habilitación del puente Uruguaiana-Paso de los Libres prevista para el 12 de octubre (Día de las Américas). Puesto que en Brasil se marchaba por la derecha, hubiese sido necesario un engorroso enlace en las cabeceras del puente para que los vehículos cambiaran de mano. De modo que el cambio se adelantaba cuatro meses a la habilitación de dicha unión sobre el río Uruguay.
La Argentina y Uruguay eran a la sazón los últimos dos de los entonces 22 estados americanos donde el tránsito se movía por la mano izquierda.
Hecho el cambio en Argentina (donde la modificación se limitó a la circulación vial, no así para los ferrocarriles ni a los subterráneos), quedaba Uruguay como único territorio donde se seguía por la izquierda.
Se dispuso en la ROU la medida de cambio para el 2 de setiembre de 1945 a las 4 a.m., prohibiéndose para las primeras semanas una velocidad mayor a 30 km/h en las ciudades, 40 km/h en las áreas suburbanas y de 50 km/h en zonas rurales, o sea carreteras.


Graciosa publicidad de Cinzano con motivo del cambio de mano en 1945. Casualmente, Cinzano rimaba con mano…

Tráfico izquierda y derecha por el mundo a través del tiempo



En el pasado feudal, cuando la violencia se combatía con violencia y siendo la mayoría de las personas diestras, era obvio que se hacía necesario tener el brazo derecho presto a la defensa. La espada era empuñada por la mayoría, con la derecha y por tanto, era mejor moverse a la izquierda de la gente para estar presto a usar ese brazo en cualquier momento. Normalmente se mantenía la espada envainada a la izquierda, protegida de los posibles oponentes y de paso se evitaba golpear accidentalmente a las personas, con la empuñadura del arma envainada, mientras caminaban.

La revolución francesa impulsó la circulación por la derecha en Europa continental. La razón era marcar distancia con los aristócratas, que siempre circularon por la izquierda, forzando a los campesinos a moverse por el lado derecho, a quienes los adelantaban prepotentemente. Pero luego de la toma de la Bastilla, los aristócratas bajaron el perfil, para pasar desapercibidos, y tomaron el camino del lado derecho. Pero, en 1794, mediante decreto dado en París, se oficializó la circulación por la derecha. Al mismo tiempo se imitaba la misma medida en otros países.
Napoleón Bonaparte: Durante las conquistas napoleónicas, se extendieron las normas derechistas en los Países Bajos, Suiza, Alemania, Polonia, Rusia y muchos otros países. Pero len las naciones que se oponían a Napoleón, Gran Bretaña, el Imperio Austro-Húngaro, España e Italia, mantuvieron sus normas de circulación por la izquierda. Estas normas prevalecieron hasta la Primera Guerra Mundial. A partir de 1800, cuando se comenzaron a dictar normas de circulación de vehículos, los británicos trataron de imponer su criterio y todas sus colonias fueron adheridas a las normas de Gran Bretaña. Por esa razón, India, Indonesia y en general todas las colonias británicas del sureste asiático y Australia, más las colonias africanas, establecieron el tráfico por el lado izquierdo. Egipto fue la excepción, porque ese país fue conquistado por Napoleón, convirtiéndose en Dependencia Británica y no colonia.

El Imperio Japonés: En Japón se circulaba por la izquierda aunque no fue colonia británica, norma que comenzó muchos años atrás y fue oficializada en 1872, cuando se construyó el primer ferrocarril con tecnología británica, a la que siguió la construcción de una red de tranvías. Años después, en 1924, la circulación por la izquierda se convirtió en ley.

Estados Unidos: Durante los primeros días de la colonización de América del Norte, los británicos llevaron su norma de circulación por la izquierda. Pero, a raíz de la independencia, para darles la contra a los ingleses con quienes deseaban cortar todo vínculo, comenzaron a circular por la derecha. Esto causó gran beneplácito entre los miles de inmigrantes de otros países europeos, que en cierto modo también influyó en la toma de la medida. La norma de circulación por la derecha se firmó en Estados Unidos en 1792 y se convirtió en ley en 1804.

Dominio del Canadá: En el Dominio de Canadá la norma usada era la británica y por tanto la circulación era por la izquierda, pero en los territorios dominados por los franceses se circulaba por la derecha. En Europa, poco a poco los países fueron cambiándose también a las normas de circulación por la derecha. La ley portuguesa de circulación, se extendió a todas sus colonias. En Italia el estándar cambió de la circulación por la izquierda a la derecha en 1890, pero las ciudades con tranvías antiguos los mantuvieron como estaban, es decir, mientras los carros a motor circulaban por la derecha, los tranvías lo hacían por la izquierda. Finalmente, en 1920 se oficializó la circulación por la derecha en toda Italia. En 1923 se inauguró la gran autostrada Milán-Lagos de Lombardía de 130 km de longitud.

España: Hasta 1930, en España no había una regulación del tráfico. Barcelona circulaba por la derecha, pero Madrid lo hacía por la izquierda, ciudad que se cambió a la derecha en 1924, seis años antes que se oficializara la norma de circulación. Por su parte la disolución del Imperio Austro-Húngaro, después de la Primera Guerra Mundial, no produjo ningún cambio, los vehículos en los caminos de Checoslovaquia, Yugoslavia y Hungría continuaron circulando por la izquierda.

En la Argentina se maneja por la izquierda tanto en las Islas Malvinas como en el perímetro interno de la mina Bajo de la Alumbrera.

viernes, 2 de noviembre de 2007

La verdadera Última Cena

Don Carlos Mamaní es de pura cepa puneña. Ingresó en el convento de San Francisco hace más de medio siglo como rapavelas y monaguillo y conoce el complejo religioso hasta el último rincón. Es la simpatía andante. Con una sonrisa irresistible que es casi como una orden cuando invita a seguirle o correrse, nos indica los nombres de los muertos que yacen bajo las baldosas en la nave principal; las capillas laterales; la Virgen de la Dulce Espera, sí, embarazada ella; el hermoso jardín con su singular perspectiva de la torre sin cables que ofendan la mirada, los valiosos tesoros litúrgicos que se conservan en distintas partes y también aquella placa de mármol blanco hecha en Cádiz y trasportada a lomo de burro hasta Salta. En su borde reza en latín esta frase:

SOY PARA SAN FRANCISCO DE LA CIUDAD DE SALTA POR ORDEN DEL REVERENDO PADRE DEFINIDOR FRAY DOMINGO DE ARANZAZY - ME TRAXO DON DOMINGO DE SANTIBAÑEZ - ME HIZO EL MAESTRO DON JUAN BENYVAMEDA - EN CADIZ - AÑO DE 1789 (ver la imagen más abajo).

Son las doce: suena en la torre la Campana de la Patria. Nítidamente se percibe en el repique, nos señala Mamaní, el tronar de los cañones de la batalla del 20 de febrero de 1813 en la estanzuela de Castañares. Los morteros de Pío Tristán, los obuses de Belgrano. Un mes después del combate todas las tropas, patriotas y realistas, formaron en el entonces descampado frente a San Francisco para escuchar misa. Los sobrevivientes, se entiende…La campana, de 125 arrobas, parece haber sido fundida el mismo año de la batalla de Salta por los propios monjes franciscanos. Siempre SEuO.

Pero vayamos a la primera de las tres Últimas Cenas que ofrecemos aquí, la más famosa, la de Leonardo:


La Cena de Leonardo está sembrada de detalles desconcertantes, y para los amantes de la criptología la obra esconde un mensaje oculto sobrecogedor: no muestra el cáliz, ni a Cristo instaurando el sacramento de la eucaristía. Los discípulos son en realidad retratos de importantes heterodoxos de su época, los apóstoles no tienen halo de santidad, los pintó deliberadamente humanos; Leonardo se auto retrató en la cena dando la espalda a Jesús, como posicionándose contra la versión oficial de la Iglesia; Jesús no está instaurando la eucaristía, no tiene el cáliz de la Ultima Cena delante, no es una cena pascual, como dicen los evangelios, no hay carne en la mesa, sólo hay pescado y algunos otros alimentos. Vamos al misterio: ¿qué hace un amenazante cuchillo en la zona izquierda y quien lo empuña? ¿Por qué el segundo apóstol por la izquierda es idéntico a Jesús incluso en el atuendo? ¿Alude esto a la creencia de que Jesús tenía un hermano gemelo? ¿Quién es realmente el personaje a la izquierda de Jesús? ¿No es demasiado femenino para ser un apóstol? ¿Es María Magdalena, su presunta esposa o amante, o tal vez el Joven apóstol Juan?



Reproducción didáctica de la Última Cena de Leonardo, oriundo del pueblito de Vinci, cerca de Florencia y por eso llamado Leonardo di Ser Piero da Vinci (1452 – 1519), que permite apreciar detalles que en el fresco original no es posible distinguir

Don Mamaní nos lleva por la galería de arcos que rodea el jardín y nos muestra una serie de frescos realizada hacia 1947 por un hermano en Cristo alemán de apellido Schlüter donde se representan episodios de la vida de San Francisco de Assisi.
- Permanezcan parados allí y observen en esta escena al santo y el caballo: los dos parecen estar mirándolos de frente, ¿verdad? Ahora avancen diez pasos y miren la pintura de este otro lado: la bestia y el hombre parecen estar mirándolos otra vez, no obstante haber cambiado nosotros de posición. Pues, sigamos.
Van desfilando otras joyas del acervo de San Francisco. A medida que compartimos el asombro y observamos los dos hermosos canteros circulares del patio representando al Sol y la Luna, pasamos también frente al refectorio.
Pero, como digo: pasamos, no entramos.
Consulto a nuestro guía anfitrión:
-¿No podemos echar un vistazo al refectorio?
-Lamentablemente no, es la respuesta. Amable pero terminante.
Quedo un tanto decepcionado, porque tengo de este recinto un recuerdo imborrable.
Sucede que hace más de un cuarto de siglo visitamos San Francisco con Rudi Varela,
y en esa oportunidad tuvimos acceso al recinto donde pude tomar una instantánea.
Desde entonces siempre volvió a mi mente aquella escena: la mesa austeramente tendida para la frugal cena los monjes, y en una pared del comedor luciendo en todo su esplendor una Última Cena. Llamativa. Su autor: el artista salteño Mariano Coll.
Si bien Coll no estaba ni por asomo a la altura de un Leonardo, hizo algo elemental: antes de encarar la realización del fresco estudió en detalle la época, la vida y los milagros del Señor.
Leonardo plasmó un mural grandioso al temple y óleo con detalles y rasgos de sus personajes que dejan atónito al observador (1495-1497, medidas 880 x 460 centímetros). Peeeero, y he aquí la cuestión, situó la escena en el mundo occidental de ese momento: los personajes sentados en sillas, alrededor de una mesa, comiendo con cubiertos de platos de porcelana y tomando de copas de cristal tallado. Ubicó, en suma, el escenario en la alborada de la edad moderna.
Coll se percató de esta equivocación conceptual del maestro florentino y comenzó analizando vida y costumbres del período de Nuestro Señor.
Como corresponde para el lugar y su tiempo acomoda a los émulos sobre cojines y almohadones en el suelo, todos vestidos según la época y de acuerdo con sus orígenes, procedencia y status: los humildes beduinos del desierto, los puebleros, y los ciudadanos ricos, entre los que figuraban los pescadores: Simón (alias) Pedro, y Santiago el Mayor, hijo de Zebedeo.
Así, entonces, los representó el artista salteño: Pedro y Juan; Simón el Cananeo, tintorero [de tejidos, pero no de limpieza] para más datos; Santo Tomás el incrédulo, arquitecto de profesión; Mateo, recaudador de impuestos y patrono de banqueros, financistas y cambistas; Bartolomé, Felipe y San Matías; además, Andrés, hermano de Pedro; Santiago el Mayor y el Menor, y Judas Iscariote, el delator, el que tuvo que darle el beso al Señor porque precisamente Santiago el Menor era tan parecido a Cristo.
Nada de cristalería ni fina cerámica: toda la vajilla de loza simple. Pan árabe llamado pitta (de ahí la actual pizza), frutos de la tierra (dátiles, nueces, olivas), queso y, eso sí, vino en una ánfora visible en primer plano. Y un cáliz, si, un cáliz de tres vástagos, griego, que los entendidos buscan en vano en la obra de Leonardo. Lugar y fecha: próximo al Gólgota, un jueves 14 del Nisán del gobierno de Poncio Pilato.
Durante aquella visita tuve el acierto de tomar una foto del recinto, con la mesa puesta para la frugal cena de los hermanos en Cristo, sin mantel, y el mural de fondo.


Al preguntar al vendedor de la santería en la entrada de San Francisco si tenía una postal del mural, el hombre no solo dijo ignorar la existencia de una Última Cena en el refectorio sino incluso NO tener una tarjeta tal.

Me precio de afortunado entonces por tener una diapositiva de esa pintura y decidí compartir contigo esto que ahora, por no sé qué razones y causas, ningún profano está en condiciones de admirar.
De momento al menos.

La placa para celebraciones rituales de San Francisco, llevada bajo sacrificios inimaginables desde España, a través del mar y la montaña, hasta Salta, mide 220 cm de largo por un metro de ancho por ocho centímetros de alto y pesa unos 475 kilos.


Y como no podía ser de otra manera, alguien realizó recientemente una puesta en escena criolla de la Última Cena, y hay que admitir que es bastante bien lograda como retrato de nuestro país de abundancias y tierra de pan llevar, aunque: ¿quién es aquí Judás Iscariote y dónde está? Una buena pregunta.

Y agregamos otro detalle a las discusiones sobre la Última Cena:
Cena, en latín, es comida, más bien almuerzo o merienda, porque en la época del Señor se solía comer como a las tres de la tarde. La Última Cena no tiene entonces por qué haber tenido lugar de noche.

jueves, 1 de noviembre de 2007

Esta sí que la buscarás en vano en GOOOOOOGLE...

Hay cosas que en Google no existen, pero sí en el Libro Gordo de Petete que administra este Sargento Pasaleña.
¿Tenés diez minutos? Acomodáte entonces. El asunto es así: Hurgando en Google, sí señor, hallé un hermoso portal sobre el famoso Tren del Presidio en Ushuaia, que vos podés abrir así:

clic: www.railwaysofthefarsouth.co.uk/10bpresidiolocos.html
Allí encontrarás al comienzo la foto de una de las locomotoras con dos hombres junto a la máquina y esta sugestiva leyenda:


Los hermanos Leonelli trabajando en una loco en Ushuaia

The loco looks well-cared-for, and so it should with so much free labour! This picture is notorious for reasons unconnected with railways, for two of the prisoners attending to the engine are the Leonelli brothers, who were sentenced to life in Ushuaia after murdering a total of 20 people.

¿Terminaste de leer el epígrafe y te llamó algo la atención?
A ver de nuevo, la última frase:
"
... después de asesinar un total de 20 personas."
¿Asesinar a 20 personas? ¿Cómo? Alineándolos para acribillarlos con la tartamuda? O si no, ¿cómo? Pensá mientras seguis leyendo.
Ocurre que hace 40 años conocí a Norberto P., que hoy vive a la vuelta de casa. Nos encontramos a menudo.
Un buen día Norberto me contó que en su juventud, antes de iniciar sus estudios de antropología, vivía en Tierra del Fuego. Más concretamente en el extremo Este del lago Fagnano (pueblo que hoy se llama Tolhuin, una de las localidades más "jóvenes" del país).
Allí funcionaban varios aserraderos, y en uno de ellos trabajaba él.
Cuando por allá en 1947 Perón disolvió la Ergástula del Sur (ver:
http://www.tierradelfuego.org.ar/museo), también quedaron libres los hermanos Leonelli,
Mateo y José. Uno de los dos había juntado suficiente dinero como para comprarse un Forcito e irse al trotecito a Buenos Aires; el otro recaló en el aserradero de terciada de la familia P.
Este hombre hizo buenas migas con el muchacho Norberto, y un buen día, entre mate y tortita, le confesó la causa de su prolongada reclusión (que había sido por tiempo indeterminado).
Leonelli comenzó entonces contando que eran de Mendoza y que allí tenían un local de juegos de azar y lotería que también era una casa de cambios frecuentada por chilenos que venían del otro lado de los Andes por la entonces recientemente habilitada línea del Transandino.

Pero antes de seguir -¡mirá que se hace larga!- manoteo el Libro Gordo de Petete para saber por qué se dice lotería. Buena pregunta, ¿no? Se llama así porque antiguamente (¿y ahora ya no?) los Césares y Napoleones le asignaban a los soldados de sus tropas vencedoras
una recompensa en tierras; lo hacían también los Reyes de España cuando de un continente que no les pertenecía otorgaban mercedes a los conquistadores.
Pues bien: a cada uno de los agraciados les corrspondía (en francés) un lot, o sea una parcela o lote; de ahí entonces que la repartija se llamara lotterie...

Sigamos.
El buen hombre le fue relatando entonces a Norberto que con su hermano instalaron en el local, frente al mostrador, una tapa (o bien un escotillón disimulado) que cubría
un foso dentro del cual había abundante cal viva.
Si acudía un cliente con un fajo grueso de circulante, accionaban la escotilla ...¡y nunca más de los jamases!
Bueno, esto funcionó durante varios años (era durante la Primera Guerra Mundial), hasta que después de la desapariciòn de la 20ª víctima, por 1917 (nota incluso en Caras y Caretas) los pillaron y enviaron al fin del mundo.
Allí pasaron los 30 mejores años de su vida, hasta ser liberados.
En la foto se los puede ver, en riguroso traje a rayas pero ocupando un puesto de privilegio porque maquinista no podía ser cualquiera.
Esto es, pues, lo que en vano buscarás en cualquier máquina de consultas algoritmicas.
Porque como dice el Negro Juárez: Google es un océano de 20 centímetros de profundidad...
FBK